En un mundo lleno de complicaciones, a veces la única escapatoria está en mirar más aya de lo que ves.
En esas cosas que siempre has tenido y nunca las has apreciado hasta que las has perdido. Cuidar de esas cosas que a veces no dabas importancia por el mero de echo de que sabes que van a estar allí siempre que lo necesites.
Cuando lo tienes todo, a veces te preocupes menos de algunas cosas, que, se pueden acabar perdiendo.
Es importante cuidarlo todo hasta el punto extremo de darle el valor que se merece.

Me gustaría saber que puedo contar con todo lo que quiero sin hacer un mínimo esfuerzo.

Saber que con mover un dedo todo puede ser tuyo tiene que ser una sensación verdaderamente difícil, a la par que fácil; entrañablemente divertida, aunque hasta un cierto punto; de impotencia o de auto satisfacción aunque a veces un poco burda e incomprensible.

Las cosas que conseguimos por nosotros mismo las aprovechamos y disfrutamos más. Las reconocemos como más... nuestras, aunque sea algo especialmente pequeño y simple.

Valorar las cosas por lo que cuesta tenerlas, es apreciarlas y saborearlas por ti mismo.

Sentarme en el extremo de la cama, con ese pijama que te da una apariencia de desordenado e impetuoso.

Encenderme el último cigarrillo de la cajetilla que me queda, y fumármelo como si mi vida fuera en ello.

Abrir la ventana para intentar quitar ese mal olor que lleva irrumpiendo en mi cuarto día tras día y ver que aún me quedan muchas cosas que hacer. A partir de ahora, intentaré no perder el tiempo.

Hay que pensar menos es aquellas cosas de las que carecemos y deseamos, disfrutar más de lo que tenemos y por difícil que sea en muchos momentos, sentirnos bien con nosotros mismos.

Si quieres gritar, grita.
Si quieres volar, vuela.
Si quieres intentarlo, inténtalo.
Si quieres decirlo, dilo.
Si quieres saltar, salta.
Si quieres preguntar, pregunta.
Si quieres querer, quiere.
Y si quieres que te quieran, quiere.

DEJARSE LLEVAR, SUENA DEMASIADO BIEN.

Y arrastrar mis mil complejos, quitarme de preocupaciones, dejar atrás errores.
Saltarnos las normas, vivir fuera de ellas. Se que existen, pero no las necesito.
¿Te vienes?    ¡Volemos al presente!

Santa Juana 2010. Hubo de todo, yo diría que fue especial, pero yo creo que fue algo mas que eso. Y todo gracias a vosotras, lo hacéis todo diferente chicas, G R A C I A S.

Sé que el último día de mi vida sólo me arrepentiré de aquellas cosas que no haya hecho. De todas esas sobre las que dudo durante más de cinco minutos y al final decido no llevarlas acabo. De todo lo que medito durante días que podría haber hecho para mejorar ese momento que sólo sucede una única vez, y que no hice. De todo lo que prometí y me prometí, y luego no cumplí. De todo lo que me callé cuando por dentro estaba apunto de reventar y deseaba gritar a los cuatro vientos. Y, sobretodo, de todas esas cosas que me hubiese gustado hacer o decir y que no hice o dije por culpa de esa característica timidez que me acompaña en algunas ocasiones.

R Í E T E   D E  L A   V I D A     R Í E T E   D E   L A   V I D A   
             R Í E T E   D E   L A   V I D A    R Í E T E   D E   L A   V I D A 

 

                                     R Í E T E   D E   L A   V I D A     R Í E T E   D E   L A   V I D A   
                                                                                                      R Í E T E   D E   L A   V I D A     R Í E T E   D E   L A   V I D A

¡Y también disfruta, que es gratis!

YO ME PONGO MIS PROPIAS REGLAS. SEAN CUALES SEAN, SIGÁMOSLAS.

Se me ocurren tantos insultos que llamarte, que no terminaría.